Si para muchos jóvenes saber a qué se van a dedicar ‘cuando sean grandes’ es todo un dilema, para otros, como Alondra de la Parra, no.
Nunca tuve la duda. Yo sabía que mi sueño era ser músico”. Pero esta no es la típica historia del músico súper dotado que no tiene problemas, “Al contrario, me costaba trabajo pero me encantaba tanto que lo veía como ‘ojalá y un día yo tenga el privilegio de ser músico’. Como que no pensaba que yo pudiera serlo”.
Una estrella de rock, un cantante de boleros, el trompetista de un mariachi, un rapero. Todos ellos son músicos. Cuando la adolescente Alondra pensaba en serlo ¿Exactamente qué tenía en mente? ¿Por qué entró a la Manhattan School of Music (MSM), uno de los conservatorios más prestigiosos? Porque ella quería ser un músico que entendiera todo tipo de música:
Entenderla, crearla, dominar muy bien un instrumento, poder comunicarme con otros músicos con ese lenguaje, poder tener los oídos completamente desarrollados a la música y poder percibir, desarrollar y crear la mayor cantidad posible de música.
“La música clásica me fascinó desde chiquita, pero realmente nunca vi una diferencia muy clara entre clásico y no clásico, yo decía, ‘quiero ser músico y abarcarlo todo’. Después me di cuenta de que estudiar sólo música popular quizá no era suficiente para saciar mi inquietud y dije ‘siempre puedes tocar música popular y apreciarla, siempre puedes ser parte de la música popular, si tienes una buena formación clásica’. Es como el ballet, siempre puedes bailar moderno si tienes buenas bases clásicas
”.
Por esa razón Alondra inició sus estudios en piano y chelo. Después viajó a Inglaterra a estudiar teoría y ejecución musical. A los 13 años comenzó a soñar con ser directora de orquesta. Cuando cumplió 15 ya era Director Asistente de la St. Leonard’s Mayfield School Orchestra. En el 2000 se mudó a Nueva York y, a la par de su grado académico en piano en la MSM, ha estudiado dirección orquestal con Vincent La Selva en la escuela Julliard y con otros maestros.
Su debut al frente de una orquesta profesional fue Junio del 2004 , en el Teatro Colón, dirigiendo a la Filarmónica de Buenos Aires, en Argentina. Un logro que para muchos directores de larga trayectoria sólo llega después de mucho bregar. Aunque el hasta hoy impresionante currículum de Alondra se enumera fácilmente, subir cada peldaño le ha costado bastante.

ALONDRA nació en Nueva York por casualidad, creció en Mexico por lo que se siente Mexicana. Es hija del escritor MANELIK DE LA PARRA y nieta de la escritora YOLANDA VARGAS DULCHE.
Ella misma relata cómo el ambiente familiar, donde el arte siempre ha estado presente, fue decisivo para marcar su destino:
En las reuniones familiares nos sentábamos hasta altas horas de la madrugada alrededor de un piano o una guitarra cantando. Mi papa fue fundamental en mi desarrollo musical, ya que él siempre me impulsaba a cantar a dos voces con mi hermano Manelick, quien de hecho es cantante ahora. Mis tías Lupe y Tere siempre cantaban juntas. Creo que el que me dijeran '¡muy bien!','¡ qué bonito!', '¡sigue!' y el que me hicieran caso cuando quería cantar con ellas me ayudaron muchísimo”, recuerda esta joven de afilada figura y manos finas.

Fue descrita por The New York Sun como “una directora cuyos gestos hablan más que las palabras”.
Alondra de la Parra es fundadora y directora artística de la Orquesta Filarmónica de las Américas, también conocida como Mexican American Simphony Orchestra, cuyo debut fue en noviembre de 2004, en el Town Hall de Nueva York. La misión de esta agrupación es divulgar la música creada en México y Latinoamérica.



Fuente: lideresmexicanos.com
cronicas.com

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